domingo, 19 de abril de 2009

Recordar y recordar.

Que alegría despertarse por las mañanas con los primeros rayos de sol entrando por mi ventana; y el canturreo acelerado de los pajaritos. Como me gusta despertarme por las mañanas recordando todo lo vivido el día anterior. Como me gusta despertarme con esa sonrisa recordándolo a él, recordando su cara, sus manos frías sobre las mías; su voz que me asegura protección y me acoge, sus brillantes ojos siempre observándome con admiración, sus caricias tiernas y suaves como el roce entre la piel y la seda; recordando su dulce voz como la más maravillosa de las sinfonías jamás escuchada. Sus palabras entran en mis oídos y recorren todo mi cuerpo, lo recorren de arriba a bajo y se produce en mi un escalofrío, eso significa, que han entrado en mi corazón, de donde nunca más saldrán. Sus palabra se quedarán siempre grabadas en lo más profundo de mi. Que sensación tan cálida se apodera de mi ser al recordarlo a él.

No hay comentarios: